Los desgarros de isquiotibiales son muy comunes entre los futbolistas y en gran parte, se deben al escaso y deficiente trabajo de fuerza general. Estos atletas suelen concentrarse en entrenamientos muy específicos, olvidando la base fundamental del entrenamiento, que es la fuerza. No se trata solo de desarrollar fuerza explosiva, sino también de trabajar la fuerza máxima y la "hipertrofia" funcional, esenciales para la formación de tejidos fuertes y resistentes que sean capaces de soportar estructuralmente la carga impuesta por los entrenamientos específicos y la competición.
La falta de un enfoque integral en el fortalecimiento muscular puede llevar a desequilibrios y compensaciones musculares, como la amnesia glútea, que incrementan el riesgo de lesiones.
La dominancia sinergistica ocurre cuando un músculo o grupo de músculos asume la función de un músculo más débil o inhibido (debido a un trabajo mal planificado). En el contexto de la amnesia glútea, los isquiotibiales o los músculos de la parte baja de la espalda pueden compensar la subactividad de los músculos glúteos, llevando al sobreuso y la tensión. Este mecanismo compensatorio puede aumentar el riesgo de lesión, como los desgarros de isquiotibiales.
La inhibición recíproca por otro lado, se refiere al proceso donde la activación de un grupo muscular inhibe la activación de su grupo muscular opuesto. Cuando los músculos glúteos están subactivos, los flexores de la cadera pueden volverse sobreactivos, alterando el equilibrio y la coordinación necesarios para un movimiento adecuado. Este desequilibrio puede llevar a patrones de movimiento ineficientes y una mayor probabilidad de lesiones.
Este artículo profundiza en la relación entre la amnesia glútea y los desgarros de isquiotibiales, destacando las causas, implicaciones y estrategias de manejo.
El papel de los glúteos
Normalmente, los glúteos se han entrenado con fines estéticos, especialmente por las mujeres. Sin embargo, es crucial reconocer que el glúteo es el músculo más importante en la extensión de cadera y por tanto es el mayor generador de potencia del cuerpo. Esta capacidad lo convierte en un componente fundamental para el rendimiento deportivo en todas las disciplinas. Además de su papel en la generación de potencia, los glúteos son esenciales para:
Estabilidad pélvica y lumbar: Mantienen la alineación adecuada de la pelvis y la columna vertebral durante el movimiento, reduciendo el riesgo de lesiones en la espalda baja.
Absorción de impacto: Ayudan a absorber y distribuir las fuerzas generadas durante actividades de alto impacto como correr y saltar.
Movilidad y equilibrio: Contribuyen a la movilidad funcional y el equilibrio, permitiendo movimientos eficientes y reduciendo el riesgo de caídas y lesiones.
Prevención de lesiones: Unos glúteos fuertes pueden prevenir lesiones en las rodillas, zona lumbar y por supuesto en los isquiotibiales, ayudando a mantener una correcta biomecánica del movimiento.
Amnesia de glúteo y los desgarros de isquiotibiales
Aumento de la activación de los isquiotibiales (dominancia sinérgistica)
Estudios han demostrado que individuos con músculos glúteos débiles exhiben una mayor activación de los isquiotibiales durante actividades como correr. Esta mayor activación se debe a un mecanismo compensatorio en el que los isquiotibiales asumen la función que los glúteos no están realizando adecuadamente. Los glúteos, especialmente el glúteo mayor, son responsables de la extensión de la cadera y la estabilización del pelvis. Cuando estos músculos están inactivos o debilitados, los isquiotibiales deben trabajar más para mantener la funcionalidad del movimiento.
Este mecanismo compensatorio puede llevar al sobreuso y la tensión de los isquiotibiales. El sobreuso se refiere al uso excesivo de un músculo más allá de su capacidad de recuperación, lo que resulta en microtraumas y, eventualmente, en desgarros musculares. La tensión constante en los isquiotibiales, sin el apoyo adecuado de los glúteos, incrementa significativamente el riesgo de lesiones. Los desgarros de isquiotibiales pueden variar desde pequeñas microdesgarros hasta rupturas completas del músculo, y son particularmente comunes en deportes que requieren movimientos rápidos y explosivos, como el fútbol.
El estudio de Franettovich Smith et al. (2017) resalta la importancia de una adecuada activación y fortalecimiento de los músculos glúteos para prevenir este tipo de compensaciones perjudiciales. Los atletas con glúteos débiles no solo están en mayor riesgo de sufrir desgarros de isquiotibiales, sino que también pueden experimentar una disminución en el rendimiento debido a la ineficiencia del movimiento y la fatiga muscular prematura.
El acortamiento de los flexores de cadera (inhibición recíproca).
Como hemos mencionado, la inhibición recíproca es un fenómeno neuromuscular en el que la activación de un músculo provoca la inhibición de su músculo antagonista. En el contexto de la cadera, los flexores de la cadera, como el psoas y los cuádriceps, cuando están acortados o sobreactivados, pueden inhibir la activación de los músculos glúteos.
El acortamiento de los flexores de cadera es común en personas que pasan mucho tiempo sentadas, ya que esta posición mantiene los flexores en una posición acortada de manera prolongada. Cuando estos músculos se acortan crónicamente, se vuelven rígidos y sobreactivados, lo que lleva a una inhibición de los músculos glúteos. Esta inhibición reduce la capacidad de los glúteos para activarse y realizar su función de extensión de cadera y estabilización pélvica.
Como resultado de esta inhibición, los isquiotibiales se ven obligados a asumir una mayor carga de trabajo para compensar la debilidad de los glúteos. Este incremento en la actividad de los isquiotibiales no solo puede llevar al sobreuso y la tensión, sino que también puede alterar la mecánica del movimiento, aumentando el riesgo de desgarros y otras lesiones.
Patrones de activación muscular alterados
Investigaciones que compararon la actividad electromiográfica (EMG) de los músculos glúteos y del muslo en individuos con lesiones recientes de isquiotibiales versus controles no lesionados revelaron que aquellos con lesiones de isquiotibiales mostraban patrones de activación alterados. Este hallazgo sugiere una disrupción en la función muscular normal, lo que podría influir en la rehabilitación y el rendimiento atlético.
Los estudios de Sole et al. (2011) destacan la importancia de entender estos cambios para desarrollar programas de rehabilitación más efectivos y prevenir futuras lesiones. La alteración en la activación muscular puede afectar la estabilidad y el rendimiento, subrayando la necesidad de enfoques terapéuticos específicos para restablecer la función muscular óptima.
La función del core.
El core, compuesto por los músculos abdominales, lumbares, pélvicos y glúteos, juega un papel crucial en la estabilización del tronco y la pelvis durante el movimiento. Su importancia radica en proporcionar una base sólida desde la cual los miembros superiores e inferiores pueden moverse eficientemente.
En relación con las lesiones de isquiotibiales, un core fuerte y bien coordinado ayuda a mantener una postura adecuada y a distribuir las cargas de manera uniforme durante actividades como correr, saltar y cambiar de dirección. Esto reduce el estrés excesivo en los músculos isquiotibiales, que son propensos a lesiones debido a su papel en la extensión de la cadera y la flexión de la rodilla.
La falta de fuerza o control en el core puede llevar a una mecánica de movimiento deficiente, donde los isquiotibiales compensan excesivamente, aumentando el riesgo de tensión y lesiones" (Schuermans et al., 2017). Además, un core débil puede contribuir a desequilibrios musculares y patrones de movimiento inadecuados, exacerbando el riesgo de lesiones en los isquiotibiales.
Por lo tanto, fortalecer y entrenar el core es fundamental para la prevención de estas lesiones, mejorar la función y estabilidad general del cuerpo.
Manejo de la amnesia glútea y prevención de desgarros de isquiotibiales
Ejercicios de fortalecimiento y activación
Incorporar ejercicios que específicamente apunten a los músculos glúteos puede ayudar a mejorar su activación y fuerza. Por ejemplo, un estudio de caso mostró que el fortalecimiento y la reeducación neuromuscular del glúteo mayor en un triatleta con calambres musculares asociados al ejercicio (EAMC) de los isquiotibiales resultó en la eliminación de los calambres y una mejora en el rendimiento (Wagner et al., 2010).
Entrenamiento neuromuscular
Los programas de entrenamiento neuromuscular que se enfocan en mejorar la coordinación y el tiempo de activación muscular pueden ser beneficiosos. Estos programas pueden ayudar a restaurar la función muscular normal y reducir el riesgo de lesiones al asegurar que los músculos glúteos y los isquiotibiales trabajen de manera sinérgica.
Diagnóstico y rehabilitación adecuados
Un diagnóstico preciso de la amnesia glútea y las lesiones de isquiotibiales es crucial para un tratamiento efectivo. La rehabilitación debe incluir ejercicios que fortalezcan los músculos glúteos e isquiotibiales y que también aborden cualquier problema biomecánico subyacente que pueda contribuir a desequilibrios musculares (Sheean et al., 2021).
Ejemplos de sesiones para prevenir los desgarros de isquitobiales
Sesión 1
A. Estiramientos flexores de cadera
Estiramiento de psoas en lunge: 3 series de 30 segundos por pierna.
Estiramiento de cadera en cuatro apoyos: 3 series de 30 segundos por pierna.
B. Fortalecimiento de glúteos
Back squat: 5 series de 5 repeticiones.
C. Ejercicios de propiocepción
Equilibrio en una pierna sobre bosu: 3 series de 30 segundos por pierna.
Saltos laterales sobre cono: 3 series de 10 repeticiones por pierna.
D. Ejercicios de core
Plank: 3 series de 1 minuto.
Bicycle crunches: 3 series de 15 repeticiones por lado.
Sesión 2
A. Estiramientos flexores de cadera
Estiramiento de mariposa: 3 series de 30 segundos.
Estiramiento de héroe: 3 series de 30 segundos por pierna.
B. Fortalecimiento de glúteos
Deadlift: 5 series de 5 repeticiones por pierna.
C. Ejercicios de propiocepción
Equilibrio en una pierna con ojos cerrados: 3 series de 20 segundos por pierna.
Lanzamiento de pelota medicinal en balanceo: 3 series de 10 repeticiones por lado.
D. Ejercicios de core
Russian twists: 3 series de 20 repeticiones.
Leg raises: 3 series de 15 repeticiones.
Sesión 3
A. Estiramientos flexores de cadera
Estiramiento de guerrero I: 3 series de 30 segundos por pierna.
Estiramiento de rana: 3 series de 30 segundos.
B. Fortalecimiento de glúteos
Hip thrusts: 5 series de 5 repeticiones.
C. Ejercicios de propiocepción
Equilibrio en tabla de inestabilidad: 3 series de 30 segundos por pierna.
Saltos en zigzag: 3 series de 10 repeticiones por pierna.
D. Ejercicios de core
Mountain climbers: 3 series de 30 segundos.
Side plank: 3 series de 30 segundos por lado.
Conclusión
La amnesia glútea puede afectar significativamente la función de los isquiotibiales, llevando a un mayor riesgo de desgarros.
Comprender la relación entre estos grupos musculares es esencial para desarrollar estrategias efectivas de prevención y rehabilitación.
Al enfocarse en el fortalecimiento y la activación adecuada de los músculos glúteos, los atletas pueden reducir la probabilidad de lesiones de isquiotibiales y mejorar su rendimiento general.
En conclusión, abordar la amnesia glútea a través de ejercicios específicos, entrenamiento neuromuscular y una rehabilitación completa puede ayudar a mantener el equilibrio muscular, reducir el riesgo de lesiones y mejorar el rendimiento atlético.
COACH MANU
Bibliografía
Franettovich Smith, M. M., et al. (2017). The effects of gluteal muscle activation on the biomechanics of running and the implications for injury prevention. Journal of Sports Sciences.
Schuermans, J., et al. (2017). Higher hamstring loading is associated with hamstring injury recurrence in elite sprinters. Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy.
Sheean, G., et al. (2021). Diagnosis and rehabilitation of gluteal amnesia: A comprehensive approach. Physical Therapy and Rehabilitation.
Sole, G., et al. (2011). Altered muscle activation patterns in hamstring injuries. Journal of Electromyography and Kinesiology.
Wagner, D. R., et al. (2010). The role of the gluteus maximus in preventing exercise-associated muscle cramps in triathletes. Journal of Sports Rehabilitation.
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