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Excitación-contracción y producción de fuerza: claves para el entrenamiento en Athlete Plan

Foto del escritor: Manuel GomezManuel Gomez

El rendimiento deportivo depende en gran medida de la capacidad del sistema neuromuscular para transformar señales eléctricas en contracción muscular. Este proceso, conocido como acoplamiento excitación-contracción, es fundamental para la producción de fuerza y tiene un impacto directo en la eficiencia del entrenamiento de fuerza, velocidad y resistencia. Comprender la fisiología detrás de este mecanismo permite diseñar estrategias de entrenamiento más efectivas.

En este artículo, exploraremos el proceso de acoplamiento excitación-contracción, los factores que influyen en la producción de fuerza y cómo aplicar este conocimiento para optimizar el rendimiento atlético.


¿Qué es el acoplamiento excitación-contracción?

El acoplamiento excitación-contracción es el mecanismo fisiológico mediante el cual una señal nerviosa desencadena una contracción muscular (McArdle, Katch & Katch, 2015). Se compone de tres fases principales:


Generación del potencial de acción

  • La señal se inicia en el córtex motor y viaja a través de una neurona motora alfa hasta la placa motora (Enoka, 2008).

  • La liberación de acetilcolina (ACh) en la hendidura sináptica provoca la despolarización de la membrana muscular y genera un potencial de acción (Latash, 2012).


Liberación de calcio y contracción muscular

  • El potencial de acción viaja por el retículo sarcoplásmico, lo que provoca la liberación de iones de calcio (Ca²⁺).

  • El calcio se une a la troponina, facilitando la interacción entre actina y miosina, lo que genera la contracción muscular (Wilmore, Costill & Kenney, 2019).


Relajación muscular

  • El calcio es reabsorbido por el retículo sarcoplásmico a través de la bomba SERCA, permitiendo que el músculo regrese a su estado inicial (Huxley & Niedergerke, 1954).


Factores que influyen en la producción de fuerza

Comprender los factores que afectan la contracción muscular es clave para maximizar la producción de fuerza en el entrenamiento.


Frecuencia de estímulos y tensión muscular

La fuerza de contracción depende de la cantidad de impulsos eléctricos generados por el sistema nervioso (Latash, 2012).

  • Un solo estímulo → genera una contracción breve con poca producción de fuerza.

  • Múltiples estímulos en rápida sucesión → generan sumación mecánica, lo que puede llevar a una contracción tetánica sostenida (Zatsiorsky & Kraemer, 2006).

Aplicación en el entrenamiento:Ejercicios con contracciones isométricas prolongadas (por ejemplo, mantener una sentadilla profunda) permiten una mayor activación de unidades motoras y el desarrollo de fuerza tetánica.


Relación longitud-velocidad y tipo de contracción

  • Acción excéntrica (estiramiento del músculo) → genera mayor fuerza debido a la acumulación de energía elástica en tendones y músculos (Bompa & Haff, 2009).

  • Acción concéntrica (acortamiento del músculo) → tiene una mayor activación de unidades motoras y un mayor gasto energético en comparación con la fase excéntrica (Enoka, 2008).

Aplicación en el entrenamiento:Los saltos pliométricos y el trabajo excéntrico controlado (por ejemplo, bajadas lentas en dominadas) optimizan el uso de energía elástica y mejoran la potencia reactiva, mientras que los movimientos concéntricos explosivos (como el levantamiento en una sentadilla o un sprint) maximizan la activación neuromuscular.


Reclutamiento de unidades motoras y activación de fibras

El principio del tamaño de Henneman (1957) establece que el reclutamiento de unidades motoras sigue un orden específico:

  1. Fibras tipo I (oxidativas, alta resistencia a la fatiga) → activadas en esfuerzos ligeros.

  2. Fibras tipo IIa (mixtas, fuerza y resistencia moderada) → activadas en esfuerzos intermedios.

  3. Fibras tipo IIb/x (glucolíticas, explosivas) → activadas solo en esfuerzos máximos.

Aplicación en el entrenamiento:

  • Cargas pesadas (>85% RM) favorecen el reclutamiento de fibras tipo IIb/x.

  • Entrenamiento de resistencia aeróbica enfatiza el uso de fibras tipo I (McArdle, Katch & Katch, 2015).


Estrategias para optimizar el acoplamiento excitación-contracción en el entrenamiento

Para maximizar la producción de fuerza y la eficiencia neuromuscular, es clave integrar métodos específicos en la planificación del entrenamiento.


Trabajo excéntrico

  • Objetivo: Aumentar la capacidad de producción de fuerza, mejorar la resistencia muscular y fortalecer tendones y estructuras articulares.

  • Ejemplo: Bajadas controladas en dominadas, sentadillas con fase descendente lenta y press de banca con énfasis en la fase excéntrica.


Cargas progresivas y entrenamiento de máxima intensidad

  • Objetivo: Reclutar unidades motoras más grandes y mejorar la sincronización neuromuscular.

  • Ejemplo: Sentadillas pesadas en rangos de 1-3 repeticiones con carga máxima (Louie Simmons, 2002).


Pliometría y ciclo estiramiento-acortamiento (SSC)

  • Objetivo: Aprovechar la energía elástica y mejorar la capacidad reactiva del músculo.

  • Ejemplo: Saltos en profundidad y bounding drills para mejorar la eficiencia neuromuscular (Verkhoshansky, 1999).


Dynamic effort y entrenamiento de velocidad

  • Objetivo: Mejorar la sincronización de unidades motoras y la velocidad de contracción.

  • Ejemplo: Sentadillas con bandas de resistencia o speed deadlifts con pesos moderados (Westside Barbell).


Isométricos y control articular

  • Objetivo: Mejorar la estabilidad y la producción de fuerza en ángulos específicos.

  • Ejemplo: Holds en sentadilla o empujes isométricos contra una pared (Kubo et al., 2001).


Conclusión: aplicando la ciencia en Athlete Plan

El rendimiento deportivo no solo depende de la cantidad de fuerza que un atleta pueda generar, sino de cómo la genera y cómo la aplica en el movimiento.
La optimización del acoplamiento excitación-contracción es clave para mejorar la potencia, la resistencia y la eficiencia en el entrenamiento.
Para maximizar la producción de fuerza, el entrenamiento debe integrar estratégicamente el desarrollo de fuerza máxima, velocidad, SSC, trabajo excéntrico y control neuromuscular.
Dominar estos principios permite no solo mejorar el desempeño, sino alcanzar el máximo potencial deportivo.
COACH MANU

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