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Los peligros del kipping pull-up para la salud del labrum de hombro sin una base de fuerza adecuada.

Los kipping pull-up es uno de los movimientos más icónicos del CrossFit y el fitness funcional. Su dinamismo y explosividad permiten acumular repeticiones rápidamente, transmitiendo una imagen de agilidad y potencia. Sin embargo, detrás de esa apariencia atlética se esconde un riesgo importante para una de las estructuras más vulnerables del cuerpo humano: el labrum del hombro.


¿Qué es el labrum y por qué importa tanto?

El labrum es un anillo de cartílago que rodea la cavidad glenoidea de la escápula. Su función principal es dar estabilidad al hombro, actuando como un tope que mantiene la cabeza del húmero en su sitio durante movimientos de tracción, empuje y rotación.

Cuando el labrum se lesiona (lo que se conoce como una lesión SLAP o desinserción labral) la articulación pierde estabilidad, aparece dolor y el rendimiento se desploma.

En muchos casos, es necesario pasar por quirófano y afrontar una rehabilitación larga y tediosa.

El error de saltarse la base de fuerza

El kipping pull-up es, esencialmente, un movimiento balístico. El cuerpo genera inercia, velocidad y el hombro y por tanto el labrum debe absorber fuerzas de desaceleración muy elevadas en milisegundos.

Sin una base sólida de fuerza estricta, el riesgo de daño se dispara.

Traducido a algo práctico:

  • Si no puedes hacer entre 3 y 5 dominadas estrictas limpias,

  • Si no puedes mantener un hollow hold de 60 segundos sin perder la posición,

  • Si no controlas la bajada lenta en un strict pull-up,

Tu hombro no está preparado para kipping.

Cada repetición balística golpea al labrum como un martillo sobre un cristal. Puede que al principio no pase nada. Pero a la larga, pasa factura.


¿Qué sucede cuando se fuerza el proceso?

Microtraumas acumulativos: Cada vez que cuelgas el cuerpo de golpe o cambias de dirección bruscamente en el swing del kipping, el labrum del hombro sufre pequeñas lesiones microscópicas. Al principio, no se siente nada: ni dolor, ni molestia evidente. Pero con el tiempo, esos pequeños daños se acumulan, debilitando la estructura poco a poco, como una cuerda que empieza a deshilacharse sin que lo notes.


Inestabilidad progresiva: A medida que el labrum se deteriora, la cápsula articular (el tejido que envuelve el hombro) comienza a estirarse más de lo que debería.El cuerpo, intentando mantener la estabilidad perdida, sobrecarga al manguito rotador —un grupo de músculos y tendones pequeños que ya de por sí trabajan duro. Resultado: empiezan a aparecer molestias difusas o dolores puntuales, sobre todo en la parte anterior o superior del hombro.


Roturas: Cuando la acumulación de microlesiones supera el umbral de resistencia del labrum, basta una sola repetición mal ejecutada —un mal balanceo, una bajada descontrolada— para producir una rotura parcial o total.Ahí sí aparece un dolor agudo, inmediato y limitante, y en muchos casos la única solución es pasar por el quirófano.


Círculo vicioso: El dolor lleva a que el cuerpo compense con movimientos incorrectos. Esas compensaciones provocan más estrés en zonas ya comprometidas, acelerando el daño.Sin intervención adecuada, se entra en un bucle de dolor, debilidad, lesiones mayores y pérdida de capacidad de movimiento... y muchas veces, en una cirugía que podría haberse evitado.


¿Cómo progresar de forma segura?

La prioridad no es la cantidad de repeticiones. Es construir una base que te permita moverte sin romperte.

Primero, domina:

  • Strict pull-ups sólidos, no forzados.

  • Hollow body y arch body controlados, sin colapsos.

  • Fuerza escapular: controlando tu cuerpo en suspensión.

Después, progresa:

  • Aprende el beat swing de forma controlada, sin impulso descontrolado.

  • Introduce el volumen de kipping de forma gradual y estratégica.


3 sesiones de fuerza para construir una base sólida antes del kipping pull-up


Sesión 1: Control escapular

  • Scapular Pull-ups: 4 x 8 repeticiones (solo movimiento escapular en hollow position)

  • Negative Pull-ups: 4 x 5 repeticiones (descenso controlado de 5-7 segundos)

  • Dead Hang Activo: 3 x 30 segundos (activación escapular constante)

  • Hollow Hold: 3 x 30 segundos

Objetivo: Activar el patrón escapular y controlar el cuerpo bajo tensión.


Sesión 2: Construcción de fuerza estricta

  • Strict Pull-ups (band-assisted si es necesario): 5 series x máximas repeticiones con técnica perfecta

  • Isometric Hold a 90°: 3 x 20 segundos

  • Australian Rows: 4 x 10-12 repeticiones

  • Arch Hold: 3 x 30 segundos

Objetivo: Construir fuerza en todo el rango de tracción.


Sesión 3: Integración fuerza + control corporal

  • Tempo Pull-ups (3s subida / 3s bajada): 4 x 3-5 repeticiones, usar goma si es necesario.

  • Band-assisted Strict Chest-to-Bar Pull-ups: 3 x 5 repeticiones

  • Hollow-to-Arch Swings controlados: 3 x 10-12 swings suaves

  • Dead Hang con cambio de agarre: 3 x 30 segundos

Objetivo: Integrar fuerza estricta y control corporal para soportar movimientos dinámicos.


Conclusión

El kipping pull-up no es el enemigo. La impaciencia y la falta de preparación sí lo son.
Sin una base sólida, cada repetición es un golpe más contra una estructura que no está hecha para resistirlo. El resultado: lesiones evitables, cirugías innecesarias y meses perdidos en recuperación.
Entrenar con inteligencia es la verdadera clave. En el fitness, no gana quien llega antes. Gana quien se mantiene sano y fuerte a largo plazo.
COACH MANU


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