top of page

"Oro parece, plata no es. ¿Qué es?": La metáfora de la especificidad ilusoria.

Esta clásica adivinanza popular puede funcionar como una analogía precisa de lo que ocurre con muchos ejercicios en la preparación física moderna:

“Oro parece” → El ejercicio tiene una apariencia funcional: se ve desafiante, moderno, visualmente complejo (uso de material inestable, tecnología, gestos similares al deporte).
“Plata no es” → Pero no cumple con los criterios de transferencia real al gesto deportivo. No respeta la dirección del esfuerzo, la velocidad específica, el patrón neuromuscular o el componente perceptivo del juego.

En otras palabras, son ejercicios que lucen funcionales pero no lo son. Engañan por su estética, pero carecen de utilidad práctica cuando se analizan bajo criterios objetivos como los de Verkhoshansky.a suposición errónea de que la similitud externa implica una verdadera transferencia funcional.

Entrenamiento neuromuscular con bote.
Entrenamiento neuromuscular con bote.

Este artículo analiza críticamente el concepto de especificidad ilusoria, sus implicaciones en la adaptación neuromuscular y cómo los entrenadores pueden evitarla aplicando los principios de correspondencia dinámica, medición de carga y teoría del aprendizaje motor.


A través de este enfoque, se argumenta que el camino real hacia la transferencia no está en mimetizar gestos deportivos bajo resistencia, sino en desarrollar sistemáticamente cualidades físicas generales que respalden y amplifiquen la ejecución de habilidades deportivas en contexto.


¿Qué es la especificidad ilusoria?

El concepto de especificidad ilusoria f describe una situación común pero errónea en la preparación física: la creencia de que un ejercicio es funcionalmente específico solo porque se parece externamente al gesto deportivo real. Es decir, se confunde la similitud visual con la transferencia real.



Un ejercicio presenta especificidad ilusoria cuando:

  • Imita superficialmente un gesto deportivo.

  • Se ejecuta con una carga que distorsiona la técnica original.

  • No respeta las características neuromusculares del gesto real (dirección de fuerza, velocidad, rango articular, tiempo de aplicación de la fuerza, etc.).


En otras palabras, el atleta parece estar entrenando un movimiento útil para su deporte, pero en realidad está modificando su patrón motor sin lograr adaptaciones relevantes o transferibles. En algunos casos, incluso puede interferir negativamente con la técnica consolidada.


La especificidad ilusoria es peligrosa porque:

  • Genera una falsa sensación de transferencia.

  • Desvía el foco del entrenamiento hacia formas sin función.

  • Puede crear adaptaciones neuromusculares no deseadas.


Evitar esta trampa requiere comprender que la transferencia no se basa en el parecido visual del gesto, sino en la correspondencia funcional entre las demandas del ejercicio y las del deporte.


El origen de la especificidad ilusoria

La raíz del problema está en un análisis superficial del gesto deportivo. Muchos entrenadores se enfocan en la forma externa del movimiento sin considerar su función interna. Como señalan Zatsiorsky y Kraemer (2006), la verdadera transferencia ocurre cuando los ejercicios comparten orientación del vector de fuerza, amplitud y dirección del movimiento, tasa de desarrollo de fuerza y régimen de contracción con la acción deportiva, y no simplemente cuando “se parecen”.

Por ejemplo, ejecutar un cambio de dirección con un dispositivo inercial (flywheel) puede parecer un gesto específico, pero la carga y la resistencia generadas por el volante modifican completamente la mecánica del movimiento. Se pierde la variabilidad, la orientación libre del cuerpo y la reactividad ante estímulos, que son esenciales en el contexto deportivo real.

Esta es la esencia de la especificidad ilusoria: el ejercicio se ve específico, pero no produce adaptaciones funcionales.

El problema neuromuscular

Uno de los mayores riesgos de la especificidad ilusoria es su impacto negativo sobre el control motor y la coordinación neuromuscular. Cuando se cargan de forma inapropiada los gestos técnicos, el sistema nervioso central se ve obligado a adoptar patrones compensatorios para gestionar las nuevas demandas mecánicas. Estos patrones pueden interferir con los programas motores ya automatizados.


Como explican Behm y Sale (1993), cualquier alteración en la carga, la velocidad o el rango de movimiento modifica la estrategia de reclutamiento de unidades motoras. Esto significa que incluso pequeños cambios pueden generar adaptaciones que no solo no se transfieren, sino que incluso pueden ser perjudiciales para el rendimiento técnico real.


La correspondencia dinámica como antídoto

El principio de correspondencia dinámica, propuesto por Verkhoshansky, ofrece una alternativa más rigurosa y efectiva. En lugar de buscar similitud visual, este modelo exige que los ejercicios de entrenamiento correspondan a las acciones deportivas en cinco criterios:


  1. Amplitud y dirección del movimiento: El ejercicio debe coincidir con el rango articular y la dirección de aplicación de la fuerza del gesto deportivo. Por ejemplo, un sprint requiere fuerza horizontal, por lo que ejercicios como sled pushes son más transferibles que saltos verticales para ciertos deportes.

  2. Segmento acentuado del rango de movimiento: Se refiere al punto del recorrido articular donde se produce el mayor esfuerzo. Si el gesto deportivo exige máxima fuerza al inicio del movimiento (como en un sprint), el ejercicio debe desarrollarla en esa misma fase.

  3. Dinámica del esfuerzo (curva tiempo-fuerza): Es la forma en que la fuerza se genera a lo largo del tiempo. Algunos gestos requieren producción rápida de fuerza, otros mantienen tensión más sostenida. El ejercicio debe replicar esa dinámica.

  4. Tasa y momento de producción máxima de fuerza: Se relaciona con la velocidad y el instante preciso en el que se genera el pico de fuerza. Un salto, por ejemplo, requiere una producción de fuerza muy rápida en un tiempo breve.

  5. Régimen de trabajo muscular: Define el tipo de contracción predominante (concéntrica, excéntrica o isométrica). Si un gesto deportivo implica desaceleración o absorción de impactos (como un aterrizaje), el ejercicio debe entrenar fuerza excéntrica.


Aplicando estos criterios, los entrenadores pueden seleccionar ejercicios —a menudo generales— que desarrollen las demandas neuromusculares necesarias sin necesidad de imitar el gesto técnico.


Aprendizaje motor y el valor del contexto

El entrenamiento específico y la transferencia real: una cuestión de contexto

La investigación en aprendizaje motor ha demostrado que las habilidades deportivas no se desarrollan de forma efectiva cuando se aíslan del entorno en el que realmente ocurren. Según la Teoría del Esquema de Richard Schmidt (1975), el aprendizaje motor se basa en la variabilidad de la práctica: cuanto más variado y contextualizado sea el entrenamiento, más adaptable y funcional será la habilidad aprendida.


Más adelante, los modelos ecológicos-dinámicos (Newell, Davids, Renshaw) reforzaron esta idea al introducir conceptos como la percepción–acción y el acoplamiento entre el entorno, la tarea y el organismo. En estos enfoques, las habilidades no son simplemente patrones técnicos que se repiten, sino soluciones emergentes a problemas planteados por el entorno.

Por tanto, sobrecargar un gesto específico fuera de su contexto perceptivo y cognitivo (como añadir peso a un pase o a un regate sin oponente ni presión real) rompe el acoplamiento funcional con el entorno, y eso puede limitar la transferencia al juego real.

Un enfoque dual: especificidad sí, pero bien integrada

Proponemos una estrategia dual y complementaria, basada en la evidencia y la lógica del entrenamiento integrado:

  1. Entrenamiento físico general: Mejorar las capacidades del sistema neuromuscular (fuerza, potencia, rigidez reactiva, control postural) a través de ejercicios generales o semiespecíficos. Esto crea una base fisiológica sólida sobre la que construir habilidades más complejas.

  2. Entrenamiento técnico-táctico en contexto: Refinar la ejecución de habilidades dentro de entornos que mantengan los estímulos perceptivos, decisionales y espaciales reales del deporte. Esto asegura que las adaptaciones técnicas tengan sentido competitivo.


 

Análisis de especificidad ilusoria en la práctica.

Evaluación de ejercicios según los criterios de transferencia de Verkhoshansky


Para que un ejercicio tenga transferencia real al gesto deportivo, no basta con que sea "funcional" en apariencia. Debe cumplir con una serie de principios biomecánicos, neuromusculares y perceptivos. Yuri Verkhoshansky propuso cinco criterios esenciales para evaluar esta transferencia:

  1. Amplitud y dirección del movimiento

  2. Segmento acentuado del rango de movimiento

  3. Dinámica del esfuerzo (curva tiempo-fuerza)

  4. Tasa y momento de producción máxima de fuerza

  5. Régimen de trabajo muscular

A continuación, se analizan cuatro ejercicios comunes en el entrenamiento de futbolistas bajo estos cinco criterios:


1. Squat sobre BOSU o superficie inestable

Descripción:Ejercicio utilizado con el objetivo de mejorar la “estabilidad funcional” o la activación de la musculatura profunda.

Criterio Verkhoshansky

Cumple

Razonamiento

1. Amplitud y dirección del movimiento

La inestabilidad limita la amplitud efectiva y no reproduce ninguna dirección real del gesto deportivo.

2. Segmento acentuado del ROM

No enfatiza la extensión potente en el rango final, que es donde ocurre el impulso en acciones explosivas.

3. Dinámica del esfuerzo (tiempo-fuerza)

Se pierde la capacidad de generar fuerza rápida debido al enfoque en el equilibrio.

4. Tasa y momento pico de fuerza

La tensión es constante y baja; no hay pico de fuerza real ni aceleración máxima.

5. Régimen de trabajo muscular

Aparece una activación compensatoria no específica. No se reproduce el patrón concéntrico propio del salto.

Conclusión: No tiene transferencia específica al fútbol. Puede tener valor en contextos de rehabilitación o readaptación, pero no como ejercicio de mejora del rendimiento.


2. Sprint con cambio de dirección asistido o resistido con flywheel

Descripción: Ejercicio que utiliza la resistencia inercial del volante para aplicar fuerza durante movimientos lineales o angulares.

Criterio Verkhoshansky

Cumple

Razonamiento

1. Amplitud y dirección del movimiento

La trayectoria impuesta por el flywheel no coincide con los vectores diagonales, laterales o curvos del fútbol.

2. Segmento acentuado del ROM

No enfatiza el momento de frenado ni de re-aceleración típico del cambio de dirección.

3. Dinámica del esfuerzo (tiempo-fuerza)

La fuerza se genera en una curva progresiva, distinta de la explosividad discontinua del cambio de dirección.

4. Tasa y momento pico de fuerza

El pico de fuerza no ocurre en el instante útil para la acción, sino fuera de contexto.

5. Régimen de trabajo muscular

Aunque desarrolla fuerza excéntrica, no está integrada en una acción perceptiva ni reactiva.

Conclusión: Aplicación limitada para cambios de dirección reales. No integra percepción ni variabilidad direccional. No cumple con la especificidad táctica ni mecánica del fútbol. Sin embargo, como trabajo excéntrico puede generar adaptaciones positivas para el futbolista.


3. Levantamientos olímpicos (Clean, Snatch, Jerk)

Descripción:Ejercicios de halterofilia que desarrollan fuerza-potencia mediante una triple extensión explosiva.

Criterio Verkhoshansky

Cumple

Razonamiento

1. Amplitud y dirección del movimiento

El vector de fuerza es vertical, mientras que el fútbol exige fuerza horizontal y multidireccional.

2. Segmento acentuado del ROM

Excelente desarrollo de la fase de extensión completa (cadera-rodilla-tobillo).

3. Dinámica del esfuerzo (tiempo-fuerza)

Muy buena velocidad de desarrollo de fuerza. Ideal para generar potencia en poco tiempo.

4. Tasa y momento pico de fuerza

El pico de fuerza se alcanza rápidamente, útil para tareas explosivas.

5. Régimen de trabajo muscular

Predomina la contracción concéntrica de alta velocidad, altamente desarrollable.

Conclusión: Alta transferencia general para mejorar la potencia, pero baja especificidad al gesto futbolístico. Recomendable como base estructural o en etapas generales del entrenamiento.


4. Cambio de dirección con estímulo perceptivo (visual o auditivo)

Descripción: Sprint frontal seguido de una reacción ante un estímulo inesperado (señal visual, silbato, gesto del entrenador) para cambiar de dirección rápidamente.

Criterio Verkhoshansky

Cumple

Razonamiento

1. Amplitud y dirección del movimiento

Reproduce con precisión la variabilidad de los cambios de dirección reales en el juego.

2. Segmento acentuado del ROM

El punto de mayor esfuerzo coincide con el frenado y la aceleración, tal como ocurre en el fútbol.

3. Dinámica del esfuerzo (tiempo-fuerza)

Alta producción de fuerza en un tiempo breve, replicando la necesidad real del deporte.

4. Tasa y momento pico de fuerza

El atleta debe producir fuerza máxima justo después del estímulo, lo que replica las demandas competitivas.

5. Régimen de trabajo muscular

Involucra contracción excéntrica (freno) seguida de concéntrica explosiva (salida), de forma específica.

Conclusión: Ejercicio con altísima transferencia al rendimiento en fútbol. Combina percepción, toma de decisión y ejecución física en una sola tarea.


Resumen comparativo

Ejercicio

Amplitud/ Dirección

Segmento Acentuado

Dinámica Esfuerzo

Pico de Fuerza

Régimen Muscular

Transferencia

Squat en BOSU

Muy baja

Sprint COD con flywheel

Muy baja

Levantamientos olímpicos para fútbol

Moderada

Cambio de dirección con estímulo perceptivo

Muy alta


Conclusión

La especificidad ilusoria es una trampa seductora en el entrenamiento de rendimiento. Apela a la intuición, pero carece de sustento científico.
Al confundir semejanza visual con transferencia funcional, se desperdicia tiempo de entrenamiento, se distorsionan patrones motores y se reducen las ganancias reales.
La verdadera especificidad no se logra imitando gestos bajo carga, sino construyendo capacidades físicas generales que permitan expresar esos gestos con mayor potencia, velocidad y control en el entorno real del deporte.
COACH MANU

Referencias

  • Behm, D. G., & Sale, D. G. (1993). Intended rather than actual movement velocity determines velocity-specific training response. Journal of Applied Physiology, 74(1), 359-368.

  • Schmidt, R. A. (1975). A schema theory of discrete motor skill learning. Psychological Review, 82(4), 225.

  • Siff, M. C., & Verkhoshansky, Y. V. (2009). Supertraining (6.ª ed.). Ultimate Athlete Concepts.

  • Verkhoshansky, Y. V. (2006). Special Strength Training: A Practical Manual for Coaches. Ultimate Athlete Concepts.

  • Zatsiorsky, V. M., & Kraemer, W. J. (2006). Science and Practice of Strength Training (2.ª ed.). Human Kinetics.


Comments


bottom of page